30 Apr
CAPITULO XXIII

Vencer y perdonar es vencer dos veces.

  • Una noticia muy esperada y motivadora fue dada por Pablo a Meryem y Adrián un día, y es que el dueño del invernadero había salido del coma, ahora se podría aclarar el mal entendido con Yunan y declararlo inocente de la agresión. Pero Pablo sabía que si dejaba todo en manos de la policía tardaría mucho tiempo, entonces decidió tomar acción propia. Fue con Meryem al hospital donde se reunió con una enfermera amiga de él que le dio las indicaciones para escabullirse en la unidad de cuidados intensivos. Pablo distrajo al guardia mientras Meryem se vistió como enfermera y entró a la habitación de su objetivo, este le dijo que su padre no lo había lastimado y todo fue un mal entendido, pero no le dio tiempo de seguir conversando ya que una enfermera intervino, entonces Meryem escapó precipitadamente del hospital. Luego le conectó a Pablo lo que le dijo el dueño del invernadero, quien inmediatamente contactó al inspector Garrido, con quien ha trabajado para descubrir toda la red de Abdel Azid. El inspector les informó que Abdel había desaparecido, lo cual era muy riesgoso para ellos y les sugirió que se mantuvieran atentos. Y sus advertencias no fueron en vano, pues esa noche secuestraron al profesor, Meryem y Adrián mientras dormían. A Meryem y Adrián los llevaron a un cuarto cerrado que se encontraba en un invernadero, pero no sabían dónde estaba Pablo. Los dos jóvenes aprovecharon cuando los dejaron solos con un guardia para lograr escaparse. Sin embargo, tuvieron que huir frenéticamente, entre el invernadero lleno de inmigrantes mientras un hombre les disparaba, todo esto causó que Meryem cayera y se desmayara.
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