30 Apr
CAPITULO XX

El sabio puede sentarse sobre un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.

  • Al legar a la carnicería encontrar a Alí, un señor de mayor edad, al saber quién era Meryem les pidió que los siguiera a un edificio de atrás. Una vez ahí, entraron cuatro ancianos más y se presentaron como un consejo que representa a la comunidad magrebí, en vista a los incidentes graves ocurridos con la población española, ellos escuchn los problemas de la comunidad e intentan resolverlos. Yunan era parte de este consejo, el más joven y valiente, pes fue el único capaz de enfrentarse a Abdel Azid, logró, por un tiempo, incentivar a los demás trabajadores a levantarse en contra del mafioso, pero acabó en la cárcel por esto. Su encarcelamiento fue planeado, todos eran conscientes de esto, pero como Abdel tenia influencias en la policía, juzgados y política, nadie tuvo el valor de enfrentarse ante esta injusticia. Al oir todo esto, Meryem estaba decidida en ir a ver a su padre, pero los ancianos le dijeron que no podría entrar sin papeles, que esperara al día de visitas y ellos le conseguirían los documentos falsos para que pudiera entrar encubierta. Mientras Meryem y Adrián iban camino de regreso, ella no podía evitar pensar que su madre tenía que saber lo que en verdad sucedió con Yunan, que sigue siendo el hombre bueno y valiente del que se enamoró. Sus pensamientos desaparecieron cuando vio la cara de Adrián y le reveló que lo podía frenar, iban bajando una curva y se escaparon de irse por el precipicio, afortunadamente, una planicie le dio la oportunidad a Adrián de frenar forzosamente con la palanca. Salieron frenéticamente del carro, pero lo más exasperante de todo fue que, cuando Adrián revisó los frenos, se dio cuenta que alguien los había cortado, habían intentado matarlos.
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