30 Apr
CAPITULO XIV

Los que de veras buscan a Dios, se ahogan dentro de los santuarios.

  • Al despertar, Meryem se encontraba dentro de un hospital, estaba asustada, pero al mismo tiempo maravillada por la limpieza del lugar, por el aire acondicionado, los aparatos médicos y hasta por el suero, todo esto era nuevo para ella. Una enfermera muy sonriente y bonita llamó a Idara, una traductora de la corte, quien le confesó a Meryem que ella una vez estuvo en su lugar cruzando el Estrecho, pero que, afortunadamente, pudo conseguir trabajo. Meryem le relató toda su historia y su propósito de estar en Almería buscando a su padre, pero Idara le explicó que al ser menor de edad y estar ilegal en España, la corte la mandaría a una casa hogar donde viviría hasta ser mayor de edad. Idara apoyó a Meryem al brindarle ropa nueva, nueva para Meryem pues nunca había usado algo apretado y que no fuera un dishdash, la aconsejó antes de un interrogatorio con las autoridades y, finalmente, accedió en ayudarla en la búsqueda de su padre. Antes de que Meryem se trasladara al centro de acogida, Idara le advirtió que tenía que ser cuidadosa y lista pues no sabía quiénes le esperaban ahí.


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