30 Apr
CAPITULO XII

Un libro es como un jardín que se lleva en el bolsillo.

  • Meryem pensaba que ya todo estaba perdido, pero resultó lo opuesto, su tío le dijo que conseguiría a alguien para que la llevase a Almería, pero la hizo prometer que, si no encontraba a su padre, volvería a vivir con él, ella aceptó el trato. Esa tarde fueron a visitar a Ahmed, el hombre quien ayudaría a Meryem cruzar la costa, los trasladó a un monte donde se divisaba el océano Atlántico y de lejos se miraban las ciudades de España, Meryem quedó estupefacta porque nunca había visto el mar y su majestuosidad. Samir le explicó lo que debía de recorrer para llegar a Almería y dónde se ubicaba esta. El día antes de partir, Samir se encontraba muy misterioso, pues en su interior reconoció que toda su vida había perdido el tiempo haciendo el mal y con su avaricia, para el final perderlo todo, le dio a Meryem que consideraba su llegada como una oportunidad que le brindaba Alá para empezar de nuevo. Luego, le dio a su sobrina un mapa y le indicó toda su trayectoria y aconsejó a quien acudir si en dado caso se extraviaba, le entregó un palito donde estaban anotadas todas las indicaciones y una bolsa con trescientos euros para el viaje. Meryem y su tío fueron donde Ahmed, Samir se despidió con un gesto muy dolido en sus ojos, pero le deseó un buen viaje.
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