30 Apr
CAPITULO VII

La primera vez que me engañes será culpa tuya; la segunda vez será mía.

  • Después de haber caminado por un par de horas, Meryem logró llegar al oasis, pero le extrañó verlo sin ningún camello ni oveja, además el suelo estaba lleno de dátiles, lo que significaba que no los habían estado recolectando últimamente. Al irse acercándose a la cuidad escuchó una bulla como si alguien estaba cocinando, sin embargo, cuando alcanzó las calles todo estaba desierto. Llamó a su mamá una vez en su antigua casa, pero no había señales de nadie, las cosas estaban exactamente como cuando las dejó, solo la ropa faltaba. Meryem se sintió más sola que nunca, entonces salió a las calles un rato cuando vio aparecer a lo lejos la sombra de una mujer, al tenerla más de cerca pudo reconocer quien era, Adaya, la viuda amiga de su madre, las dos se abrazaron y Adaya la invitó a pasar a su casa. Fue así como Meryem se enteró de lo que había sucedido, Adaya le contó que el mismo día que Fátima regresó del palaco del gobernador, tomó a Aisha y se fueron en una caravana a Túnez, sin siquiera despedirse. Así fue yéndose el resto de los pobladores, hasta que solo quedaron Adaya y su padre, Mahamud, en el oasis, valiéndose para sobrevivir con pasteles de dátiles y quesos que intercambia con las caravanas por algo de frutas y harina, y con la poca agua que queda en el oasis. Después de haber escuchado todo esto, Meryem concluyó que debía de ir en busca de su padre, estaba segura que no las había abandonado y que algo tuvo que sucederle. Su plan era trasladarse con la caravana de Aberkán al norte, una vez ahí localizar a Samir, su tío, y luego obligarlo a llevarla a España. Claro que no se abastecía con el dinero suficiente para todo esto, solo poseía lo poco que Aruma le dio, pero estaba determinada a intentarlo de todas maneras. Mientras estebara por la caravana, Meryem ayudó a Adaya con el cuidado de su padre, la elaboración de pasteles y a ordeñar cabras, el tiempo se fue volando cuando finalmente apareció la caravana de Aberkán, quien llegó a conocer a Abu Yunan, y Meryem esperaba valerse de esto para que él accediera a llevarla en su travesía.


Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO