CAPITULO V

Pide consejo a los viejos y a los jóvenes, pero sigue siempre tu propio sentido común.

• Los días pasaron y todo iba bien, la señora solo entraba a la cocina a hacer lo que quería y se iba, sin percatarse de la presencia de Meryem o de Aruma. Hasta que un día, el gobernador tuvo que viajar por un par de días, desde el primer instante en el que se fue empezó la tempestad nuevamente. Unos criados fueron en busca de Meryem y la llevaron forzadamente hacia el patio donde le ataron los brazos de un tronco y le desnudaron la espalda, luego la señora ordenó que le dieran veinte latigazos. Ella no podía sentir la espalda, y respiraba con dificultad, Aruma se preocupó por ella y le aseguró que si permanecía en el palacio la señora era capaz de simular una muerte accidentada, que ya había sucedido. Entonces la cocinera ideo un plan de escape para la joven, al día siguiente en la noche mientras la señora andaba con sus amigas, le brindó el dinero que tenía ahorrado y un par de trapos para el viaje, además de su ruta de escape y demás indicaciones para llegar de vuelta a casa. Meryem no sabía que le esperaba una vez saliera del palacio, pero ya no le quedaba de otra, debía aventurarse a un nuevo obstáculo.